Creaciones literarias

Creación en prosa

El día de Leo

Esta es la historia de un niño llamado Leo. Este chico tenía 14 años y cuando era pequeño tuvo una extraña enfermedad que le impidió crecer a la misma velocidad que el resto de sus compañeros de equipo. Su gran afición era jugar al baloncesto, por lo tanto la altura era muy importante, pero siempre jugaba de base, el puesto en el que menos importaba la altura. Leo era un chico muy tímido, pero en el colegio le conocía todo el mundo porque cuando tenía el balón en las manos era espectacular y era el mejor jugador del colegio.

Gracias a todas sus actuaciones su equipo llegó a la final del torneo de Madrid. Sus compañeros le adoraban y le ayudaban en los estudios porque aunque era muy bueno jugando al baloncesto, los estudios no eran su fuerte.

Esta historia transcurre en el mes de mayo y todo el equipo se encontraba en la época de los exámenes, todos sacaban muy buenas notas pero Leo… no conseguía aprobar todas. A medida que se acercaba la gran final los nervios en el equipo iban incrementando y las notas de sus compañeros se resentían pero Leo tenia mayores problemas. La madre de Leo estaba muy preocupada por este hecho, ya que su hijo estaba más preocupado por el deporte que por las notas.

Y por fin, llegó el día de las notas. A Leo solo le quedó una asignatura, pero si no conseguía aprobar esa asignatura no podría pasar de curso y debería dejar el baloncesto y a sus amigos. El problema es que el examen de la asignatura que le había quedado, ingles, era el día del partido 30 minutos antes de que empezara el partido.

Leo se pasó mucho tiempo cuando se enteró pero su profesora fue inflexible en ese tema y no quiso cambiar la hora del examen pese a la fama que tenía en todo el colegio. Todo el equipo estaba muy preocupado y temían perder la final por culpa de ese examen.

Leo se planteó no presentarse al examen pero la madre al enterarse se enfadó mucho y le castigó sin salir de casa hasta que fuera el día del examen y sólo si aprobaba le dejaría jugar el partido.

Llego el día clave y Leo se había esforzado mucho para ese examen oral que tantos problemas le había dado. El examen era oral y consiguió aprobarlo tras muchos esfuerzos, pero la profesora tardó mucho en corregir el examen y llegaba tarde al partido. La madre le esperó y fueron corriendo al pabellón donde se disputaba el encuentro, pero era ya muy tarde, sólo faltaban 30 segundos de partido y perdían de dos puntos.

El entrenador pidió el cambio rápidamente y sin que calentara Leo salió a jugar, los compañeros se alegraron mucho y cambiaron su actitud porque ya daban todo por perdido. Nada más sacar le pasaron el balón y justo a falta de un segundo para el final metió una canasta de tres puntos que les daba la victoria y el campeonato. Todos saltaron a por él y le auparon y tras recoger el premio, Leo les dijo que había ganado hoy por partida doble, también había superado la prueba. Este fue el gran día de Leo.

Dialogo teatral

Podemos ver en escena a Dolores, ella está sentada en su butaca y espera la llegada de su nieta Sonia. A las siete en punto de la tarde llaman a la puerta:

Dinggg donggggggg

Dolores: ¿Quién es? (en voz alta)

Aurorita: ¡¡¡¡¡¡Soy Aurorita, Dolores ábremeeee!!!!! Que tengo que contarte una cosa que me ha sucedido (gritaba asustada)

Dolores abrió rápidamente la puerta y entro al interior de la casa con su amiga.

Dolores: ¿Qué te ha pasado?

Aurorita: han intentado robarme el bolso y he perdido mi documentación (contaba entre sollozos), los gitanos de la casa de arriba han intentando quitarme el bolso.

Dolores: ¿Quién el que llaman Richi? (pregunto intrigada)

Aurorita: ¡¡¡si ese!!! ¿¿Tu lo conocías?? (Pregunto muy asustada)

Dolores: si, ese chico es amigo de mi nieta que tiene que venir ahora mismo, en cuanto llegue la pido que suba a hablar con él.

Pasaron unos diez minutos y por fin llego la nieta de Dolores, Sonia.

Dolores: ¡¡¡Donde te has metido!!! Tenias que haber venido hace 20 minutos (gritando)

Sonia: estuve con el Richi dando una vuelta, no estábamos en el barrio y el autobús tardo mucho en llegar.

Aurorita: ¡¡¡No puede ser!!! Ha intentado robarme (grito muy apurada)

Dolores: subamos arriba a ver si era Richi o no…

Dolores al ver esta situación insistió en que subieran las tres para averiguar si había sido Richi quien intentó robar a Aurorita.

Dolores: ¡¡Richi!! ¿¿Estas ahí?? (llamando a la puerta).

Richi: si, ya salgo (con un acento muy fuerte)

Richi abre la puerta y ve a las tres mujeres.

Richi: ¿qué ocurre? (pregunta extrañado)

Aurorita: han intentado robarme, pensaba que fuiste tú pero ya veo que no porque ni te pareces a él… estoy muy confundida… lo siento

Sonia y Dolores: perdona Richi, luego te vemos cuando bajes a la hora de cenar con nosotras.

Richi: No os preocupéis. Hasta luego.

Las tres de nuevo vuelven a bajar y justo cuando salen del portal para dar una vuelta para ver si encuentran a alguien se encuentran con la policía

Aurorita: ¡¡¡Policía, policía!!!!! ¡¡¡Me han intentado atracar!!! (gritó esperanzada)

Policía: señora aléjese estamos realizando una detención!!!

Aurorita: ¡¡¡Policia!!! Ese es el hombre que ha intentado atracarme, deténganle dentenganle.

Policía: ¿¿le ha sustraído algún objeto o algo este malhechor??

Aurorita:¡¡¡si, toda mi documentación regístrenle!!!

El policía registro los bolsillos de detenido y encontró toda la documentación de Aurorita y otras que había sustraído. El policía amablemente le devolvió toda la documentación.

Aurorita: muchas gracias señor policía, estoy orgullosa de su trabajo y me siento mucho mas protegida. Gracias

Policia: es nuestro deber.

Al fin, pudieron volver las tres mujeres tranquilas a casa y con la paz de que todo había quedado en un gran susto

Creación lirica

Siento como me late el corazón

cada latido es mi grito de ira

y quiero sacar mi caparazón

y así me siento cada vez que me mira

Me gusta tanto mirarle

pero siento un gran rechazo

debería acercarse para aclararse

necesita un abrazo

Me levante y fui a buscarla

cada paso me daba un pinchazo

me aguante y fui a hablarla

espero que no me diera un planchazo

Ella se levanto y sonrió

Él se acerco con cara de miedo

ella suspiro porque al fin se atrevió

se besaron y todo les importo un bledo.